Cristina, 27 años. Extraña a sus amigas. Quiere más aventuras y disfrutar.

Marzo pasó, cumplí 27 años. Me reuní con mis amigos en un restaurante mexicano (entre fancy, moderno, y no). Llevo días pensando que si regreso, sería para comer desayuno. Extraño los desayunos de señora con mi mamá. Había una restaurante llamado P (algo) empezaba con P a solo unas cuantas calles de mi casa. Recuerdo que un día, invité  mi abuelita a desayunar ahí, yo empezaba a trabajar ni recuerdo en donde pero tenía dinero para pagar su desayuno. Fue la única y última vez. Era miércoles. Después del desayuno fuimos a una segunda. Encontré un tapete para hacer yoga venía con su bolsa. Lo compré junto con mini Reese´s.
 Ella murió en el 2016. El 2016 es un año que siempre recuerdo. Enfermé de Salmonela. Mi estómago se puso duro como una roca. El dolor pasó a un brazo. Lo sentía dormido. Le pedía a mi abuela que lo sobará. Ella lo hacía hasta que me quedaba dormida. Dormí mucho. No comía. Pero en cuanto me sentí mejor, lo primero que hice fue salir a regar las plantas del jardín.
- Mira, ya se siente bien, ya anda regando.
Escuché a mi abuelita decirle a mi mamá.

Mi esposo dice que solo busco razones para llorar.
Como ayer le contaba sobre un niño con leucemia buscando amigos para jugar Fortnite.
-¿Quieres ver la foto?
- Cristina, ¿por qué quieres que vea tristezas?
El es un hombre sensible. Odia ver perros maltratados, viejitos solos cargando bolsas de mandado pesadas, viejitos solos en general. Creo que le recuerdan a su abuelita.

Y tal vez, por eso termino hablando de mi abuelita

Cumplí 27 años. Cada año examinó mi cambió a través del nuevo año que cumplí. Sin embargo, no siento que haya hecho eso esta vez. El 2020 ha sido accidentado. Me alimento de los recuerdo del año pasado. El año pasado me veía feliz bajo el sol en la playa con August. Viendo a la gente caminar, brincar al tomarse fotos, hasta vimos una foca bebé salir de la orilla del mar.
27 años. Mi piel se ve diferente. Acabo de notar que el sol ni quiera ha subido lo suficiente pero ya está quemando mi cara. Al regresar de caminar noto una roncha roja en mi pecho. He perdido condición por todos estos meses sin ir al gimnasio. Pero con la caminata que estoy haciendo a la playa voy mejorando. El primer día casi morí subiendo las escaleras. Hoy no morí tanto y así cada vez más rápido. Hay gente que sube y baja esas escaleras como parte de su rutina de ejercicio. Qué chingones pienso cada vez que los veo.
27 años. Siento bien de vivir cerca de una playa. Pasé de vivir enfrente de un oxxo a vivir enfrente de una playa. Seattle es el lugar donde quería vivir. Es como estar dentro de uno de mis recuerdos de niña o dentro de una divagación cuando pretendía poner atención en clase.
27 años. Estamos en mitad de una pandemia. Hoy mientras caminaba de regreso a mi casa, pensé: En este punto prefiero apoyar las teorías conspiradoras sobre el virus. Qué ya hay una vacuna pero los gobiernos no quiere soltarla hasta que más gente muera. Los poderosos, illuminatis, etc quiere ver a más gente morir así como en las películas. Y yo digo que acepto eso por comodidad y cero ganas de otro ataque de pánico, que en toda esa gran estupidez ya tienen la cura.

Sí, hace tres semanas sufrí un ataque de pánico, pensando en toda la gente que esta muriendo. Así que he decidido no leer más sobre el tema. Solo noticias chidas como los doctores cubanos a través del mundo ayudando. ¿Saben también qué está chido?, Gracias a la cuarentena estamos abiertos ha hablar sobre salud mental, sobre nuestra ansiedad, y ataques de pánico. Lo cual es sanador. No estamos solos en esto. Estamos haciendo lo mejor que podemos. Hoy un amiga me escribió pidiéndome que me cuide mucho, que no quiere que nada malo me pase. <3
-¿ Me lo estás diciendo por qué ando en la playa?
- No, te lo digo en general, por lo que pasa en el mundo.<3

Yisus
Las amigas son lo más chingón.
Cómo quisiera tener un 24 de cerveza, y mis amigas aquí riendo.
Manden un mensaje a sus amigas para saber cómo están.
Abrácense, y guarden distancia. Los quiero.




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